La Luna Llena ha sido asociada durante siglos con el comportamiento humano y las emociones. Se cree que su energía puede amplificar nuestras emociones, tanto positivas como negativas. Durante la fase de Luna Llena, es común sentir una mayor sensibilidad, ya sea hacia las cosas que nos alegran o hacia aquello que nos preocupa.
Muchas culturas alrededor del mundo tienen creencias relacionadas con la Luna Llena y su efecto sobre el comportamiento humano. Algunos creen que tiene el poder de alterar nuestro estado emocional, incrementar el insomnio, y hacer que nuestras emociones sean más intensas. Por eso, durante esta fase, es importante ser conscientes de nuestros sentimientos y tratar de encontrar un equilibrio interno.
Si sientes que la Luna Llena tiene un impacto en tí, podrías aprovechar su energía para reflexionar y liberar cualquier tensión acumulada. La meditación, la escritura de un diario personal o incluso simplemente salir a caminar bajo la luz de la Luna pueden ser formas efectivas de canalizar esta energía hacia algo positivo.
1. Encuentra un lugar tranquilo donde puedas ver la Luna o, si no es posible, un lugar cómodo para concentrarte.
2. Observa la Luna Llena durante unos minutos. Relájate, respira profundamente y deja que tus pensamientos fluyan.
3. Toma un cuaderno y anota cómo te sientes en ese momento. Describe cualquier emoción, pensamiento o sensación física que experimentes. Sé honesto y detallado.
4. Reflexiona sobre esas emociones: ¿Sientes que la Luna está amplificándolas? ¿Hay algo que deseas dejar ir o algo nuevo que deseas atraer a tu vida?
5. Escribe una afirmación positiva que te ayude a canalizar esas emociones hacia algo beneficioso. Por ejemplo, “Acepto mis emociones y utilizo esta energía para crear algo positivo en mi vida”.